|
Explicación Imagen del Corazón Acogedor de Jesús«Nunca nadie ha visto Dios; el Hijo único, quien en el seno del Padre, lo nos ha revelado» En el libro de Daniel, el Eterno aparece al profeta en el aspecto de un Anciano con pelos blancos: «Continuaba a mirar; tronos fueron dispuestos y un anciano tomó asiento; su ropa estaba blanco como la nieve y los pelos de su cabeze, como lana inmaculada; su trono estaba de llamas de fuego, con ruedas de fuegos ardiente. Un rio de fuego fluía, que brotaba adelante de él. Centenares de millares los servian, millares de miriadas se mantenían adelantes de él» (N 7,9) En nuestro humilde opinión, esta imagen tiene valor de icono. Para quién sabe leer con ojos del corazón, descubrirá un mesaje importante «escondida a los sabios y los inteligentes, pero fácilmente revelado a los pequeñitos del Reino» (Mt 11,25). El Padre: Inclinado ligeramente adelante, como suspendido en el cielo con su todopoder de Luz, el Padre, manos extendidos, deja bajar un gran Corazón rojo brillante hacia la Tierra, recubierta de espesas tinieblas. En el hueco de sus manos, brotan de poderosos rayos, quién no son sin volver las palabras del profeta Habacuq: « Su pedazo es igual a la luz; dos rayos salen de sus manos, alli se agarra escondida su poder» (Ha 3,4) El Corazón: Una corona brillanta de espinas todo de oro cerca el gran Corazón, y de las espinas, brotan de intensos rayos de luz que vienen inundar la tierra inerte. La Tierra: No puede por ella misma ser luz, pues es sometida a la «vanidad», según la palabra de santo Paul (cf Rm 8,20). Pues con un gozo grande que acogemos las manifestaciones grandes del Corazón del Cristo, Rey del universo: «Nos ha arrancado al poder de las tinieblas y nos ha transferido en el rino del Hijo de su amor; en que tenemos la liberación, el perdón de los pecados» (Col 1,13) ¿En que consiste el Corazón Acogedor de Jesús? En estes tiempo de grandes tribulaciones el Padre muy cariñoso hecho bajar en la humanidad el Corazón de su Hijo bienamado, quién viene acoger en nosotros y para nosotros, los todos-poderes de gracias y de luz que reserva actualmente a sus niños de la tierra. Pues Jesús viene con su propio Corazón. Él solo puede acoger el Amor Puro del Padre, quién se manifeste particularmente en el todopoder de la eucarístia. ¿No es el único Mediadora? «Por Él, con Él y en Él» (ruego eucarístia) «Venid a mí, vosotros todos que afligis debajo el peso de la carga, y mí, os daré el descanso. Tomad mi yugo y ponéis a mi escuela, porque soy dulce y humilde de Corazón y encontraréis el descanso de vuestras almas. Sí, mi yugo es fácil a llevar y mi carga ligera» (Mt 11,28) Sabemos que Jesús ata tal importancia a la acogida que él lo hecho una condición de identificación a su persona. «Quién os acoge, me acoge yo mismo, y me acoge, acoge Él que me ha enviado» (Mt 10,40).En el Corazón del Cristo, quién se es regalado en la Cruz, el Padre viene a nosotros, y nos atrae en este lugar «en que reside toda la plenitud de la divinidad». El Corazón de Jesús es el Rey y el Centro de todos los corazones». Muchas gentes que han recibido el Corazón Acogedor nos dicen su gozo de orar de una manera nueva con la palabra «acogida». Ése los desvía de ellos mismos para él centrar en el Cristo. «Ven Padre en mí con el Corazón Acogedor de tu Hijo bienamado, consiento darte todo el sitio». Un religioso sacerdote f.s.c. |